Firma del presidente Guadalupe Victoria en un decreto de 1828. Foto GGEM |
Los decretos expresan la voluntad del gobernante y la comunican, en un acto muy propio del Estado informacional, que hace de la información el elemento central de la conexión con los ciudadanos.
En el antiguo Fondo Reservado de Gobernación del Archivo General de la Nación se resguarda un legajo encuadernado con los expedientes 4 y 5, que contienen 12 decretos autógrafos de Guadalupe Victoria.
En el antiguo Fondo Reservado de Gobernación del Archivo General de la Nación se resguarda un legajo encuadernado con los expedientes 4 y 5, que contienen 12 decretos autógrafos de Guadalupe Victoria.
Los decretos autógrafos reciben ese nombre porque vienen firmados por los gobernantes de turno y formulan
instrucciones como la siguiente:
"Por tanto mando se
imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento".
También se pueden apreciar las fórmulas retóricas del gobernante:
"El Presidente de los
Estados unidos Mexicanos á los habitantes de la República, sabed:"
Estos decretos, que son actos
administrativos del presidente (1824-1829), despliegan una caligrafía
hermosa y unos sellos nacionales que revelan la estética de la época
y son, además de determinaciones presidenciales, piezas de arte.
[1]
Antiguo Fondo Reservado, Archivo General de la
Nación, legajo encuadernado, expedientes 4 y 5, contienen 12
decretos autógrafos del presidente Guadalupe Victoria